Chile registra los niveles más bajos de confianza ^Destacado

Si bien la crisis de confianza en las instituciones y en las empresas no es un tema exclusivo de Chile, sino global, dentro de Latinoamérica se pueden percibir algunas diferencias, de acuerdo a la medición hecha por Almabrands en cinco países, incluido Chile.

Sin ir más lejos, el nuestro es el país que aparece como el que tiene los niveles de confianza más bajos en las instituciones y empresas, incluyendo sus marcas. A juicio de Carolina Altschwager, directora ejecutiva de la oficina consultora de branding, Chile parece haber sido el país que tenía los más altos niveles de confianza en su minuto y cuando surgieron las crisis estos cayeron.

“Es lo primero que llama la atención, por qué Chile tiene niveles de confianza más bajos que Argentina, donde históricamente se hablaba de las coimas; que en Perú, donde hay varios expresidentes presos, y que en Colombia, donde están saliendo de una época corrupta muy fuerte”, destaca la experta, comentando los resultados de la primera versión del estudio iCreo a nivel continental.

Cinco países, cinco realidades

Desde hace algunos años, Almabrands ha monitoreado en Chile los niveles de confianza de parte de las personas hacia las instituciones y empresas.

Este año, la consultora amplió la cobertura del estudio hacia cuatro países de la región: Argentina, Perú, Colombia y Uruguay, descubriendo la situación comparativa de Chile. No obstante, Altschwager advierte que Chile ha reaccionado, siendo las marcas –más que las instituciones– las que han mejorado.

En la versión regional del estudio, se analizaron conversaciones sociales en torno a la confianza. “En Chile destaca lo relacionado con el caso Catrillanca y otros temas políticos, en Perú hay un mayor cuestionamiento a los medios de comunicación, en Argentina está la preocupación económica y laboral, en Colombia la tensión relacionada con una posible recaída en la corrupción”, resume Carolina.

Uruguay se muestra como una especie de burbuja con los niveles más altos de confianza, con una visión muy positiva de futuro y conversaciones más bien propositivas.

Carolina Altschwager, directora ejecutiva de Almabrands

Desde la honestidad y la empatía

Denominador común en los cinco países es que las cinco dimensiones de la construcción de la confianza se comportan de manera más o menos similar. Las más desarrolladas por las empresas son el respaldo y la cercanía, en especial la primera, relacionada con la solidez institucional. Las más débiles son las más humanas: la honestidad, la responsabilidad y la empatía. “Básicamente, son la honestidad y la empatía las dos dimensiones más débilmente desarrolladas en todos los mercados”, comenta la experta, destacando que el desafío es construir confianza precisamente desde esas dimensiones.

Esto es difícil porque toca cambios profundos. Según Altschwager, las empresas tienen un rol más allá de ser instituciones productivas. “Están llamadas a tener una nueva conciencia, pues existen para hacer buenos negocios pero también para hacerse cargo del impacto de lo que hacen en el entorno y de lo que entregan a las personas y a la industria en que participan”, explica.

Finalmente, agrega que en ese desafío deben las empresas involucrar a un público muy relevante que no suele estar al centro del trabajo de las marcas: el público interno de las propias organizaciones.