Café Montenegro refuerza un modelo de emprendimiento
Sean de especialidad –que ofrecen variedades y orígenes específicos– o apoyen su oferta en una marca reconocida, los cafés son uno de los emprendimientos más frecuentes en la actualidad. En el caso de Café Montenegro, este nació hace dos años en una típica esquina de Ñuñoa como una cafetería de barrio con ambiente acogedor y desarrolló su propia promesa de marca, que es “Amor por la Cocina”.
Como otros lugares similares, se ha transformado en el reducto de muchos vecinos también emprendedores que allí trabajan o se reúnen. Por ello ha ido armando una carta gastronómica cada día más completa de sandwichs gourmet y otras preparaciones, además de tés orgánicos. “En nuestra cocina se planean nuevos platos, propuestas de brunchs, almuerzos y onces siempre distintas”, comenta uno de sus socios, Rafael Cabello.
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