Ana María Piola: Cambios necesarios para aportar calma
Directora de Comunicados, agencia de comunicación en medios y redes sociales, destaca diversos elementos que permiten fidelizar en tiempos de pandemia.
En tiempos de nuevas plataformas digitales como los que vivimos, la información que recibimos es demasiada como para procesarla y digerirla adecuadamente, y muchos mensajes pasan inadvertidos por falta de impacto.
Una agencia de comunicaciones debe ayudar a definir los elementos que componen la información; a priorizar los mensajes que nos diferencian y mantienen fuertes, incluso “necesarios”, además de permitirnos aportar en momentos en que abunda la sensación de precariedad, miedo o incertidumbre.
Llegó la hora de revisar nuestras estrategias de comunicación y de resaltar a nuestra marca y su oferta, aportando valor y confianza que, en vez de temerle a los cambios, es necesario desarrollar y fortalecer un instinto de sobrevivencia y estado de ánimo positivo basado en el bien común.
¿Qué se necesita para ello hoy?
Creer fervientemente en que las plataformas de colaboración son una necesidad inminente, que muchas veces serán el soporte de sobreviviencia, valor, funcionalidad y crecimiento de la empresa.
Hoy es más importante que nunca transmitir los valores y la misión de empresas, emprendedores y creadores. Revisarlas y adecuarlas a los tiempos de cambios estructurales que vivimos. Siempre vinculadas con el entorno y las comunidades, con sus clientes, definiendo honestamente su valor.
La responsabilidad marcará una diferencia. Sea esta social –vinculándose más aún con la comunidad–, medioambiental, empresarial –valorar el aporte de los empleados, ser un competidor responsable y ético–, económica y emocional.
Asimismo, con nuevas vocerías. Desde hace un tiempo, los “testimonios” acaparan los contenidos en publicidad y en redes sociales, siendo más efectiva la opinión de influenciadores y actores sociales.
La voz de la empresa hoy debe ser rotunda, comprometida y certera. Definir principios y valores, tomar partido por causas o desvincularse de mensajes ya sin sentido, como la cosificación de la mujer.
Los mensajes, sus plataformas y rostros que los promueven deben ser coherentes con la marca, directos, cercanos y empáticos, dar valor al producto y cercanía con las personas.
Se requiere generar contenidos con valor, que aporten a sus comunidades; que eduquen, compartan experiencias y provean información beneficiosa para el día a día. Así también, empatía, adecuándose de manera oportuna a las necesidades y realidades de sus comunidades.
Hoy es vital el aporte social, como el de una empresa que ofrece un producto o servicio que incluye a sectores de la población abandonados. Lo mismo, el diálogo de los consumidores con la marca a través de los medios digitales, por lo que es imprescindible conocer sus necesidades y experiencias.
Con calma, conteniendo las sensaciones de precariedad, escasez o bombardeo de ofertas, se precisa mantener la continuidad, la confianza y la fortaleza. En especial si ya se ha creado una comunidad y fidelizado a clientes o audiencias que necesitan saber lo que se hace y ver capacidad de adaptación.
Como agencia de comunicaciones, hoy más que nunca somos conscientes de la importancia que tiene revisar nuestras estrategias, generar cambios que sean efectivos y se adapten rápidamente a los nuevos escenarios, necesidades y tipos de interrelación.
Nuestros clientes, consumidores o seguidores requieren señales de tranquilidad y continuidad, pero sobre todo de empatía, creatividad y generosidad. Es importante sobrevivir juntos a situaciones adversas que luego el tiempo transforma en grandes oportunidades.
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