Diego Fuentes: Nueva verdad social en el poder de persuasión
El CEO de la consultora INC Inteligencia Reputacional se refiere a las oportunidades de persuasión de las marcas en el contexto actual.
En los últimos meses el país ha vivido acelerados y profundos cambios sociales, económicos y políticos que han modelado fuertemente las expectativas ciudadanas, las que están hoy basadas mayormente en necesidades sociales básicas.
Fue así como nos vimos expuestos al relato de la inequidad en su mayor dimensión, siendo esta una nueva “verdad social” que influye, convoca, une y moviliza. Un nuevo poder ciudadano, expresado mayormente en el mundo digital, que exige escuchar constantemente para reconstruir las relaciones de confianza con la ciudadanía.
Nos encontramos con un fuerte activismo social –transversal al rol de ciudadano, trabajador y consumidor– capaz de modificar sus pautas de consumo de acuerdo a la reputación de la marca y sus respectivos liderazgos.
En el Chile actual, administrar esa relación es uno de los desafíos más importantes que enfrentan los líderes y las organizaciones.
Estamos en tiempos de más softpower, en los que atributos del liderazgo femenino, como escuchar, dialogar, empatizar y conectar desde la emoción, resultan activos claves en la nueva manera de influir.
Debemos salir comunicacionalmente de lo estrictamente “contable” para generar historias llenas de emoción, esperanza con una visión de futuro post crisis y de una actitud humana que reconoce al otro como par.
Esta es “la nueva persuasión” que tanta falta hace en nuestro país, donde la saturación de malas noticias ha producido una peligrosa inercia en la sociedad.
Sale el imponer, el estilo vertical, patriarcal y entra la horizontalidad, para recuperar la capacidad de escuchar, de anticiparnos a los cambios sociales y recuperar el activo reputacional de toda empresa: la confianza ciudadana.
"... vivimos tiempos en que la comunicación se ha vuelto casi todo, el problema y la solución. Así, la realidad se reduce a una simple ilusión que se produce por falta de comunicación."
A lo anterior debe sumarse la capacidad de los liderazgos de tangibilizar su conducción con proyectos que innoven y que respondan de manera concreta a las principales necesidades de sus grupos de interés. Es decir, la ecuación perfecta de un buen líder hoy es: habilidades blandas, un relato consistente y coherente a su gestión y la concreción de sus promesas.
No olvidemos que lo prioritario en este momento es la generación de certezas.
Este nuevo contexto demanda marcas con escucha activa de sus grupos de interés, comprometidas con su entorno y calidad de vida de los ciudadanos en los territorios de sus operaciones. Todos esos atributos son piezas claves para que nuestro país pueda avanzar con marcas más reputadas.
Confío en que tendremos próximamente empresas más responsables que, a través de su propósito social y una cultura valórica, vivan intensamente y sean capaces de empatizar con la verdad social, asegurando así su progreso sostenible.
Es de esperar que este desafío no le quede grande a las marcas y sus líderes, y que sean capaces de influir a través de maximizar el diálogo deliberativo, colaborativo, evitando el conflicto y cuidando la democracia que tanto nos costó obtener. Porque esa es la única manera de darle conducción y viabilidad a un nuevo sueño de país.
Finalmente, vivimos tiempos en que la comunicación se ha vuelto casi todo, el problema y la solución. Así, la realidad se reduce a una simple ilusión que se produce por falta de comunicación.
De ahí que la nueva forma de persuadir sea la llave maestra del éxito en el devenir de este nuevo país.
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