Paola Veloso: El desafío de trabajar en pandemia

Cuando seguimos en pandemia y las vacaciones parecen haber sido hace ya bastante tiempo, muchos padres cumplen con sus responsabilidades laborales mientras conectan a sus hijos a las clases, hacen tareas y se ocupan de los quehaceres del hogar.

Según muestra el Termómetro de la Salud Mental en Chile, realizado en 2020 por la Asociación Chilena de Seguridad, un 34,6% de las personas entre 21 y 68 años en Chile exhibieron síntomas asociados a una probable presencia de problemas de salud mental. No parece extraño si no solo vemos los efectos relacionados al Covid-19, sino que los cambios en el día a día que trajo consigo esta enfermedad.

Pero, ¿cómo están viviendo los padres esta pandemia? No solo los que trabajan desde sus casas a tiempo parcial o completo se han visto afectados, sino también los que acuden a sus lugares de trabajo a diario.

Mientras gran parte de los colegios permanecen cerrados y las clases se dictan a distancia, muchos deben lidiar no solo con las responsabilidades laborales, sino que también con los deberes del hogar.

Si bien nuestro país ya se encuentra en una etapa avanzada de vacunación, lo que da una luz de esperanza para volver pronto a la “normalidad”, lo cierto es que aún queda un buen trecho para que ello ocurra, por lo que es necesario que trabajadores y jefaturas internalicen ciertos cambios que puedan apoyar a estos padres y madres trabajadores en pandemia.

No basta solo con cumplir horarios, la clave ahora es poner metas que puedan ser alcanzables y destinar los tiempos a actividades realmente necesarias para el trabajo, como por ejemplo evitar reuniones que no sean indispensables para así dejar el tiempo para acciones de mayor productividad.

Junto con esto, las empresas deberían tener un catastro de quienes tienen hijos pequeños para hacer un seguimiento de su real estado de salud emocional, además de establecer algunas modificaciones para apoyarlos.

En estos tiempos difíciles, hacer sentir a los trabajadores apoyados y valorados es fundamental, y flexibilizar los horarios o ajustar la carga laboral puede traer beneficios para ambas partes. Un colaborador contento y a gusto será mucho más productivo que una persona agotada y estresada.

Aquí no se trata de que los trabajadores esperen que un jefe les solucione sus problemas personales, sino que manifieste empatía y esté dispuesto a conversar y ver, en conjunto, maneras de encontrar soluciones.