Mirar contenidos audiovisuales ya no es privativo de un dormitorio o una sala de estar. Estudios hechos en EE.UU. revelan que cualquier lugar puede ser el indicado.
Estudios de Kantar señalan que si bien el alcance de esta pantalla ha disminuido, sigue siendo el mayor, aunque hoy se mantiene en gran medida en combinación con Internet.
Según proyecciones de Magna, el evento deportivo influirá positivamente en un entorno de incertidumbre, tanto en el gasto general como en la suerte de la televisión como medio.