El metaverso, como espacio, aún no ha tenido lugar

A la hora de revisar aquello que se venía como tendencia, el metaverso generó un gran revuelo a principios de este año 2022. Detrás de esto se esconde, según Trendone, sitio de la consultora alemana especializada en el estudio de tendencias, un fenómeno mucho más grande, que es el la Web 3.0.

Se trata esta de una versión alternativa de Internet, que es administrada de forma descentralizada, y que está basada en el comercio con criptomonedas y NFT. Durante el año, sin embargo, la burbuja estalló y hubo una caída masiva en los intercambios de criptomonedas con grandes pérdidas de valor.

Mercados y empresas enteras no pudieron sobrevivir a este “criptoinvierno”. Incluso el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, perdió con su apuesta por el metaverso.

No obstante, para muchos queda claro que los diversos enfoques que existen acerca de la Web 3.0 tienen ciertamente un potencial futuro. Un ejemplo de ello lo entrega la creación de organizaciones autónomas descentralizadas que otorgan voz a sus miembros a través de compras de NFT.

El caso de Metacamp

Existen, según Trendone, numerosos ejemplos que se basan en esta Web 3.0, en que se ven micro tendencias. Uno de estos es el de la startup Metacamp, que tiene sede en Singapur, la cual se asoció con la empresa de blockchain Solana para abrir el primer espacio de trabajo conjunto impulsado por Web3 de ese país insular asiático.

Un sistema controlado por NFT permite a los miembros ingresar a los espacios de Metacamp, siempre que tengan un NFT en sus billeteras criptográficas.

Este lugar de coworking, que tiene tres pisos, ofrece espacio para más de 100 personas y ayuda, a quienes poseen intereses afines, a reunirse en función del tema del blockchain y ponerse en contacto, así como a conectarse con otras empresas emergentes, inversores y talentos dentro de ese ecosistema.

Sandro Megerle, analista senior de tendencias en Trendone, comenta acerca de este y otros ejemplos que el sitio menciona respecto del impulso que puede dar la Web 3.0. “Vemos que el metaverso como un espacio de existencia holístico, nuevo e inmersivo, aún no ha tenido lugar. Pero sigue siendo emocionante, porque el camino de Web3 toma muchas direcciones diferentes”, señala.

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