Carmen Buinizkiy: Reinvención, la nueva ruta empresarial

En el vasto desierto de Atacama, uno de los lugares más áridos del mundo, existe una pequeña rana conocida como la "rana de Hall" cuya existencia estuvo en duda por 80 años hasta que en 2020 fue vista de nuevo en un pequeño pozo de aguas termales.

Se trata de una especie que no puede sobrevivir fuera del agua y, aún así, se ha adaptado para prevalecer en condiciones extremas. Al igual que esta rana, las empresas de todos los tamaños deben encontrar nuevas formas de adaptarse para transitar la era de hiper-disrupción que apenas comienza y que puede traer una “sequía” de rentabilidad a negocios que han sido estables por años.

El aumento de los conflictos geopolíticos, los cambios en las preferencias de los consumidores, las crisis económicas, el cambio climático y la vulnerabilidad de los sistemas informáticos –que quedó en evidencia con la caída reciente y por unas horas de los sistemas de Microsoft– han creado una tormenta perfecta que desafía los modelos de negocio tradicionales.

Al respecto, el informe anual 2024 de PWC sobre las percepciones de los CEO respecto al futuro ofrece un dato interesante: el 45% de los CEO que participaron del estudio no están seguros de que sus empresas puedan seguir siendo económicamente viables a largo plazo si continúan su ruta actual.

Esta estadística pone de manifiesto la necesidad que tienen las organizaciones de reinventarse, no solo para sobrevivir a los diversos desafíos, sino para prosperar en medio de ellos.

Reinvención organizacional en la práctica

En su libro “Manual del Director de Reinvención”, la escritora y consultora Nadya Zhexembayeva, entre otros conceptos, define la reinvención como “Un enfoque sistemático para prosperar en el caos que incluye la anticipación continua, el diseño y la implementación del cambio a través de un entendimiento del contexto, el aprendizaje anticipado y emergente, y la síntesis de conocimientos que cruzan fronteras, disciplinas y funciones”.

Es decir, es una forma de gestionar que implica producir cambios, no reaccionar a ellos, desafiar a los equipos a trabajar transversalmente juntos, utilizando la incertidumbre como catalizador de la búsqueda de mejores soluciones a problemas que no necesariamente duelen hoy pero que van a doler mañana.

Y, a diferencia de las iniciativas de transformación, implica ver el cambio como un proceso y dejar de verlo como un proyecto, lo que requiere de una evolución cultural en las organizaciones. No se trata de reinvertar la rueda, pero probablemente sí se trate de reinventar cómo la usas y cómo generas valor a partir de ella.

Reinvención es el arte de aprender a cambiar para convertirnos en algo que no éramos antes y es crucial desarrollar la competencia de hacerlo de manera continua para prosperar en contextos dinámicos y complejos como los que seguiremos experimentando.

El imperativo de la innovación

La innovación tecnológica es uno de los motores clave de la reinvención. La IA generativa, por ejemplo, está revolucionando la forma en que las empresas abordan la creación de contenido, el diseño de productos y la personalización de servicios.

Según la encuesta de PwC, cerca del 60% de los CEO esperan que la IA generativa mejore la eficiencia y la calidad de los productos y servicios en los próximos doce meses y el 70% de ellos espera que la IA generativa cambie significativamente la forma en que sus empresas crean, entregan y capturan valor en los próximos tres años.

Este tipo de innovación no se limita a mejoras incrementales; tiene el potencial de transformar completamente los modelos de negocio. La capacidad de innovar continuamente es uno de los aspectos que diferenciará a las empresas que crecerán de las que quedarán rezagadas.

Construir confianza en un mundo desconfiado

El reporte de riesgos globales 2024 compartido por el Foro Económico Mundial a principios de año ubica en el segundo lugar de riesgos potencialmente desestabilizadores para las economías y los países a la desinformación y a la información errónea, que pueda producirse mediante inteligencia artificial y que pueda propagarse en sociedades que ya han sido debilitadas política y económicamente.

De cara a dos años, se percibe que este riesgo pueda ocupar el puesto número uno solo superando el riesgo de cambios extremos en el clima. Las empresas no están ajenas a este contexto y la forma de generar y mantener la confianza en los colaboradores es garantizando la congruencia entre lo que dicen y hacen. Mantienen a los equipos comunicados de los pasos estratégicos y tácticos que se darán para reducir en lo posible los espacios de incertidumbre que contribuyen a la desinformación, especialmente cuando se implementa un cambio.

El rol del liderazgo en la reinvención

La capacidad de reinventarse solo puede desarrollarse en ambientes donde se fomenta la creatividad, el aprendizaje continuo y la disposición a tomar riesgos en los equipos. Por ello, un porcentaje importante del trabajo de los roles de decisión es liderar con el ejemplo para fortalecer la conexión con las personas, el acercamiento entre áreas, la inclusión y la creación de seguridad psicológica para que éstas se atrevan a hablar cuando lo consideren necesario, especialmente cuando hay problemas.

Finalmente, una ruta de reinvención organizacional pasa por descubrir las conclusiones tácitas e incluso no reconocidas sobre el pasado que dictan lo que es posible para el futuro, es decir, por entender la cultura. Solo a partir de allí se podrá trabajar en la modificación de las suposiciones subyacentes en las que se basan las decisiones y acciones en la organización.

Los cambios graduales no son suficientes para las empresas hoy en día. Como dijo Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.