El momento de San Camilo al cumplir 140 años
La tradicional panadería y pastelería San Camilo cumplió este octubre 140 años, celebración que la sorprende en un buen momento, convertida en una red de 63 establecimientos –incluyendo dos salones de té– en 17 comunas de Santiago.
Según su gerente general, Alberto Ferrán, esa permanencia se sustenta en los valores familiares y empresariales, con austeridad, perseverancia, riesgos responsables y la unión de los descendientes.
Su historia de inició en 1884, cuando el inmigrante catalán Antonio Ferrán Sabaté adquirió la primera panadería en la esquina de San Pablo con Matucana, en el barrio Yungay. Desde entonces, ha conservado sus tradiciones, pero ha logrado también adaptarse a los gustos y tendencias de los clientes.
“Este negocio premia la constancia y la herencia. Sales con las marraquetas frescas todos los días. De eso se trata”, afirma Alberto Ferrán, quien representa a la cuarta generación que está tras San Camilo. Con el tiempo, la empresa desarrolló nuevos productos, se acercó a los consumidores con locales en el metro, centros comerciales y terminales, y creó una tienda online que despacha a domicilio.
Conocida por sus hallullas, producto estrella que duplica en venta a las marraquetas, la cadena exhibe también como uno de sus grandes logros las empanadas de pino, que septiembre tienen ventas que superan el medio millón de unidades. “Es la misma receta de toda la vida. La hacemos hace más de 100 años”, destaca Ferrán.
En sus esfuerzos por adaptarse, en 2021 sumó una línea sin gluten con tortas, pan y galletas. Y el mismo año hizo un rebranding para representar mejor la esencia del negocio, que emplea a más de 1.500 personas, el 70%, mujeres. El mensaje “Lleva lo bueno” busca reforzar la frescura y calidad en cada compra.
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