Andrea Lara: Un offsite con foco en propósito no es un lujo
La analista de transformación cultural en la consultora Almabrands sostiene en esta columna que, por el contrario, es una inversión estratégica.
En esta época del año, muchas empresas planifican offsites para preparar el periodo que viene, cerrar ciclos y reconocer logros. Estas jornadas, lejos de ser un simple ritual, son herramientas estratégicas que, bien diseñadas y tal como demuestra una investigación reciente publicada por Harvard Business Review, pueden transformar las dinámicas internas y generar valor tangible para la organización.
En efecto, estos encuentros, cuando se realizan con un enfoque de propósito, pueden tener un impacto que va mucho más allá del evento mismo.
La evidencia es clara: los offsites fortalecen la cohesión, aumentan la motivación y mejoran la comunicación en los equipos, especialmente en contextos de trabajo híbrido o remoto, donde las interacciones cara a cara son limitadas. Estos encuentros permiten reducir la desconexión emocional con el trabajo, mejorar la salud mental de los equipos y reforzar una cultura de confianza y colaboración.
Un estudio reciente conducido por HBR analizó ocho años de datos de offsites en una firma global. Sus hallazgos son reveladores.
Incremento en colaboraciones significativas: los participantes vieron un aumento del 24% en solicitudes de colaboración provenientes de otras áreas, lo que fomenta conexiones más allá de los silos organizacionales.
Impacto organizacional generalizado: incluso quienes no asistieron al offsite se beneficiaron del efecto cultural, aumentando sus conexiones colaborativas gracias a un mayor entendimiento colectivo de “quién sabe qué cosa” en la organización.
Retorno financiero: en solo dos meses, las colaboraciones nacidas en estos eventos generaron más de US$180,000 en ingresos adicionales. Estos beneficios resaltan la importancia de aprovechar estos espacios no sólo como una instancia social, sino como una herramienta estratégica.
"Diseñar un offsite con propósito significa crear un espacio donde cada colaborador pueda reflexionar sobre su impacto, sus contribuciones y su conexión personal con la visión de la empresa."
Sin embargo, no todos los offsites tienen el mismo impacto. Los que se centran exclusivamente en actividades recreativas o revisiones de metas tienden a quedarse en lo anecdótico. Como Almabrands, hemos visto que cuando se integra el propósito de la organización en estas jornadas, éstas son recordadas como hitos de transformación: en dónde las relaciones, el impacto y el crecimiento de los equipos son protagonistas.
Imagina un offsite diseñado para…
Activar una mentalidad de propósito: invitamos a los participantes a reflexionar sobre cómo sus contribuciones individuales se conectan con el impacto colectivo de la organización.
Fomentar redes de colaboración significativas: a través de ejercicios y dinámicas deliberadas, rompemos barreras entre áreas, creando puentes para nuevas oportunidades.
Generar compromisos para el futuro: los offsites no son sólo sobre celebrar el pasado, sino sobre proyectar el futuro con objetivos claros y un sentido renovado de dirección.
Diseñar un offsite con propósito significa crear un espacio donde cada colaborador pueda reflexionar sobre su impacto, sus contribuciones y su conexión personal con la visión de la empresa. Un offsite con un foco en propósito no es un lujo, es una inversión estratégica.
El impacto de un buen offsite trasciende; las relaciones y colaboraciones generadas pueden durar años, multiplicando su valor estratégico y financiero. Pero para que esto ocurra, es necesario un enfoque intencional, donde el propósito sea el hilo conductor.
Porque entendemos que los offsites con propósito logran posicionar a las organizaciones a enfrentar el siguiente periodo con un equipo más conectado, motivado y alineado, en Almabrands trabajamos para que cada uno de estos encuentros sea un verdadero potenciador y catalizador de impacto duradero.
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