Cómo evolucionan los medios de pago en Chile

La revolución de los medios de pago continúa y en Chile parece ser un hecho cotidiano. Aceptada por prácticamente todos los establecimientos, la tarjeta sigue teniendo un uso extensivo.

Un informe de Minsait Payments, filial de medios de pago de Minsait, que a su vez es parte de la compañía tecnológica y de consultoría Indra, señala que el 98% de los chilenos posee una tarjeta de débito, seguido del 65% que posee una de crédito y el 48% de prepago, que continúa su senda de crecimiento (30% en 2020).

El dato novedoso es que, en nuestro país, el 46% de las tarjetas son virtuales, superando en 12 puntos porcentuales la media latinoamericana, que es de 34%. De esta manera, mientras las tarjetas consolidan su liderazgo, las billeteras digitales o soluciones de pago móvil ganan tracción conforme se generaliza el pago contactless en comercio físico y crece la modalidad de pago a través de las apps.

El 50% de los chilenos ha pagado vía app, seguido del pago con QR (39%) y el 19% lo ha hecho acercando el móvil al terminal de cobro como si fuera tarjeta.

Según José Sales, responsable de desarrollo de negocios en Minsait Payments en Chile, la pandemia multiplicó el ritmo de crecimiento de los pagos digitales. “Su uso se ha generalizado entre los jóvenes y es común entre casi la mitad de la población. Ahora son los comercios y establecimientos los que tienen que correr, porque no todos han adaptado sus medios de pago al comportamiento del comprador”, dice.

Un medio para cada contexto

El contexto del gasto tiene en Chile, según este informe, una importancia decisiva en la elección del medio de pago preferido. La tarjeta de débito, por ejemplo, es la opción preferida para pagos presenciales por el 46% de las personas bancarizadas, en contraste con el 12% que declara su preferencia por el efectivo.

Este último aún encuentra espacios en que está bien posicionado, pues el 76% de los chilenos lo sigue utilizando semanalmente. Y esas oportunidades para el efectivo son las compras de pequeño monto en comercios (40%), los gastos compartidos (33%), las compras a particulares (40%) y el transporte y la movilidad (41%).

En el entorno online, la relevancia de la tarjeta de débito física rivaliza como medio de pago favorito con las transferencias. En tanto, en aquellos pagos recurrentes y periódicos, como las suscripciones, recibos y facturas, impuestos y tasas, y envío de remesas, sigue siendo importante el uso de una cuenta corriente asociada.

Transferencias, apps y neobancos

Destaca también este estudio la adopción en Chile de las transferencias inmediatas, que permiten enviar o recibir dinero entre particulares en cualquier momento y en cuestión de segundos, sistema usado por ejemplo para pagar en determinados comercios.

El 63% de los chilenos ya ha utilizado apps para la recepción y envío de dinero entre particulares (amigos, familiares, conocidos), seguido del 51% para pagos en comercio online y el 34% para pagos presenciales por productos o servicios.

Su uso iría aumentando a medida que se vayan incorporando segmentos de población joven. Entre los menores de 35 años, por ejemplo, el porcentaje de los que prefieren pagar por aplicaciones de transferencias inmediatas prácticamente triplica al que se da en mayores de 55 años.

Con todo, el uso de tarjeta se consolida en las transacciones más innovadoras. La opinión mayoritaria de la industria es que los pagos con ella se verán impulsados por neobancos y banca digital, que buscan solucionar problemas específicos de los usuarios. Aunque los neobancos crecen, los bancos tradicionales mantienen su predominio.