La increíble historia del vino más austral del mundo Destacado
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En la Patagonia chilena, de la mano de investigadores del INIA, nació Keóken. Proveniente de Chile Chico, recientemente presentó sus primeros productos.
Ante catadores y periodistas especializados fue presentado recientemente el vino más austral del mundo. En un evento organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), tuvo su estreno en sociedad Keóken, producido y embotellado en la Patagonia chilena.
Se trata de una innovación para la cual el INIA desarrolla un proyecto desde 2014, cuando comenzó una investigación para extender la oferta de la viticultura nacional hacia el sur austral. Un par de años después, la enóloga e investigadora de INIA, Marisol Reyes, junto al investigador Diego Arribillaga, plantaron ocho variedades en la Araucanía y Chile Chico, creándose en esta última localidad Keóken, producido y embotellado en origen por el centro regional INIA Tamel Aike.
Acerca de este vino patagónico y sus características, el director nacional del instituto Pedro Bustos comentó que “representa y entrega un producto con valor agregado proveniente de la región de Aysén y para la industria vitivinícola del país”.
Explicó que INIA dio el primer paso y acompaña en el escalamiento comercial, vinculándose con agricultores que deberán hacer el desarrollo comercial.
El amanecer de la Patagonia
Keóken, que en la lengua Tehuelche significa “amanecer”, nació con un objetivo de innovación de INIA, buscando impulsar el desarrollo de viñas en la Patagonia, con un vino que se posiciona como el más austral del mundo al ser elaborado y embotellado en la latitud 46°32’ Sur.
Según explicó la enóloga Marisol Reyes, en la zona de Chile Chico y algunas localidades que bordean el Lago General Carrera, hay un microclima que permite que las parras lleguen a madurez total, pero solo de variedades que tienen un ciclo de desarrollo corto, como las elegidas para el proyecto. Puntualmente en la degustación reciente los asistentes pudieron conocer un Pinot Noir y un Chardonnay.
El equipo de trabajo de vides y frutales de INIA Tamel Aike es el primero en producir vinos en la Patagonia chilena, bajo condiciones de alta ventosidad y bajas temperaturas, pero con la ventaja de tener noches frías y largos días soleados en verano.
Esto ha derivado en la elaboración de vinos de diferentes cepas, agregándose a las mencionadas una producción de Sauvignon Blanc.
Australes expectativas
Esperan los investigadores de INIA avanzar en el manejo de los viñedos y elaboración de vinos. Presupuestan ir transfiriendo las tecnologías generadas y apoyar a los productores locales que quieran sumarse a este desafío de producir los vinos más australes del mundo.
Marisol Reyes adelantó que hay un segundo proyecto que nace sobre la base del desarrollo iniciado por INIA con Keoken. “En este, participan productores de las comunas de Puerto Ibáñez y Chile Chico. Ellos van a comercializar los vinos de la Patagonia austral, en particular Pinot Noir y Chardonnay, que se encuentran entre las variedades más prometedoras según nuestra investigación”, puntualizó.
Agregó la investigadora que están abiertas todas las posibilidades de comercialización. “Nuestra idea era que se comercialice asociado al turismo en esas zonas al principio”, señaló, proponiendo también su venta en Santiago y otros puntos del país. “Las expectativas que se generan con este vino son bastante grandes”, subrayó Reyes.
Pedro Bustos, director nacional del INIA
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