Dulces sueños: lo que hay que saber de cunas y camas nido

Cuando se espera a un nuevo hijo o hija, dónde va a dormir el pequeño está entre lo más importante que hay que decidir. En los primeros meses de vida la cuna es el lugar donde pasan la mayor parte del tiempo.

Un primera pregunta es ¿qué tipo de cunas existen hoy en día? Y luego ¿cuál es mejor? Para quienes tienen niños más grandes, una cama nido puede ser considerada la mejor opción.

La cuna de bebé estándar, modelo que todos conocen, se compone de cuatro lados fijos y barrotes. En varios estilos y materiales, se adapta al estilo de la habitación del pequeño. Como ventaja, se menciona ser un modelo resistente y de los más económicos.

Hay cunas para bebés que se convierten en cama de una plaza, acompañando más tiempo al pequeño. Ser evolutivas las hace muy rentables, pues son resistentes y duran muchos años.

Las cunas portátiles son ideales para quienes disponen de poco espacio: sus ruedas permiten trasladarla, lo que además hace prestarle atención al niño mientras se hace otra actividad. La opción de bajar uno de sus laterales permite convertirla en una cuna colecho.

Cunas funcionales

Están también las cunas de viaje, modelo que tiene la particularidad de plegarse y guardarse en una bolsa para transportarla. Ideales para viajeros frecuentes, son económicas y de materiales livianos para llevar, traer, armar y desarmar rápida y sencillamente. Lo ideal es usarlas solo en viajes, ya que por su composición no son la mejor opción para el cuerpo del bebé, y se desgastan con rapidez.

Y las cunas multifunción, que en su diseño incorporan muebles, como una cajonera o un cambiador, lo que permite ahorrar espacio y dinero. Son cunas muy prácticas y permiten prescindir de otro mueble.

Cualquiera sea el modelo que se elija, es preciso tener en cuenta aspectos que dan mayor seguridad al bebé. Como que entre sus barrotes no haya más de 6 centímetros de distancia o que el colchón sea firme y no quede espacio libre entre este y las paredes de la cuna.

Así también, bajar el colchón a medida que el bebé crece, siempre con un mínimo de 65 centímetros de altura en los lados. E impedir que las barandas de la cuna se puedan bajar.

A favor de una cama nido

Cuando el niño crece y deja la cuna, muchos optan por una cama nido que le dure harto tiempo. Las camas nido de 1.5 son tendencia, por su versatilidad y practicidad, sobre todo en casas con espacio reducido, además de ser en general económicas.

Entre las razones para preferirlas, se cuenta su larga vida útil, que las hace una buena inversión, pues el niño podrá usarla hasta su adolescencia. Además, su estilo sobrio se adapta a cualquier edad. Se suma, que aprovechan el espacio, siendo un gran aliado para casas con habitaciones pequeñas en que conviven dos niños, sin quitar lugar al estudio o juego.

Una cama nido barata tiene mayor versatilidad, pues puede transformar cualquier espacio en una habitación para invitados. Algunos modelos incluyen además espacio para guardar, incorporando cajones en su parte inferior y dejando a un lado las cajas que acumulan polvo debajo de la cama.

Finalmente, y no menos importante, el hecho de que duren entre 10 y 15 años las hace ser muy económicas.

Como se ve, hay varios modelos para las necesidades de cada familia. Se trata de encontrar la indicada, puesto que un buen descanso es fundamental para todos los miembros de la familia.