Zapato Soñado: El gran emprendimiento de una novia acomplejada

La necesidad de una novia de encontrar zapatos cómodos y bonitos para su gran día la llevó a encargar a alguien que se los hiciera como ella los quería: sofisticados, elegantes y cómodos para poder bailar toda la noche.

Aquello ocurrió en 2014, momento en que Eunice Durán decidió emprender justamente en ese tipo de productos y creó Zapato Soñado. Ubicado en Providencia, este emprendimiento forma parte hoy de la campaña “Tesoros Locales” con que la fintech de medios de pago SumUp busca apoyar el comercio local y reconocerlo por el aporte que hace día a día.

Según Ignacia Benavente, head de campañas y estrategia de marca de la compañía, esta es una manera en que SumUp ofrece a los emprendedores la oportunidad de ser parte de una campaña vial y digital que incentive a las personas a apoyar a los negocios minoristas de su barrio.

“Creemos que las historias de éxito de nuestros clientes son más potentes que hablar de nosotros mismos. Después de todo existimos para apoyarlos y entregarles todas las herramientas y soluciones que harán que su negocio crezca”, comenta.

Llegando a la década

Recuerda Eunice Durán, fundadora de Zapato Soñado, lo difícil que fue en 2014 encontrar los zapatos ideales. “En el mercado no había alternativas lindas y cómodas”, afirma, reconociendo que aquello la hizo entonces sentirse una novia acomplejada.

Fue así como, durante su luna de miel en el extranjero, tras pensar mucho en esta situación, compró telas, encajes y distintos materiales para poner en marcha el proyecto de diseñar los zapatos soñados para novias. Sin saber si esos le servirían o no los incluyó en su equipaje de regreso a Chile y los llevó a un artesano al que le contó su idea.

“Le pregunté si podía hacerlo. Él me dijo ‘hagámoslo’, y fue así como comencé con mi negocio”, rememora. Hoy, con casi 10 años en el mercado, Zapato Soñado tiene casi 46 mil seguidores en Instagram.

Es la manera en que Eunice se comunica en redes sociales la que la ayudado a popularizar su marca. Realizando transmisiones en vivo y mostrando las nuevas creaciones que llegan a su tienda. En sus inicios, atendía en su propia casa, que se llenaba de clientas que la seguían antes en Facebook.

Reinvención en pandemia

La pandemia marcó para su negocio un punto de inflexión, pues las ventas de zapatos de novia se detuvieron al caer bruscamente la cantidad de matrimonios. Entonces enfrentó la decisión de innovar o dejar que su emprendimiento se estancara.

Se dio cuenta Eunice de que tenía a varias novias conquistadas con sus creaciones y que ellas podían ser las influenciadoras de Zapato Soñado. Creó zapatos de todos los estilos y para distintas ocasiones, siempre altos, de varios colores y a buen precio. “Para que las clientas pudieran usarlos en sus casas y se sintieran siempre lindas”, explica.

Pidió a sus clientas que les enviaran fotos con los zapatos en casa, usándolos como parte de su cotidianidad durante el encierro al que la gran mayoría de las personas se vio forzada.

Nacieron así las coleccionistas de Zapato Soñado, llegando algunas a tener 50 pares o más, motivadas por la exclusividad de cada diseño. “Cambiamos nuestro tipo de clientela”, comenta Eunice, que hoy vende sus zapatos a través de su página web, su cuenta Instagram y su showroom de la calle Rafael Cañas, en Providencia.