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Andrea Garderes: Siguen sin entender de qué se trata el 8M

Andrea Garderes: Siguen sin entender de qué se trata el 8M

Socia de Almabrands piensa que, en ocasiones, es mejor para las marcas guardar silencio y evitar bochornos.

Estamos ad portas de un nuevo Día Internacional de la Mujer. Un 8M que, una vez más, nos encuentra agobiados por las desigualdades que ha acentuado la pandemia.

Nos encantaría creer que un nuevo gabinete, evidentemente paritario, en nuestro país, es la muestra de que hemos avanzado de forma significativa hacia la inclusión y la igualdad que soñamos, y por las que tantas mujeres han marchado y luchado por años en Chile y en el mundo.

Pero la verdad es otra. La verdad es que las brechas de género estos últimos años, lejos de atenuarse, siguen ahí, y en algunos casos incluso se han profundizado, alejándonos de las metas que quisiéramos celebrar como sociedad.

Si bien en los últimos diez años las mujeres han aumentado su participación laboral en Chile, con la pandemia este avance se ha frenado, haciéndonos retroceder y volviendo a aumentar la brecha laboral con los hombres.

En cuanto a la participación de mujeres en directorios, Chile se ubica en uno de los peores lugares de la OCDE, con un 9,9%, muy por debajo del promedio de 26,3%. Nuevamente, estamos a más de 15 años de acercarnos a ese promedio.

Las marcas en este contexto, lejos de entender la responsabilidad que tienen desde su rol económico, cultural y social, siguen al debe.

"Y si queremos, si estamos dispuestos a ser parte de esta transformación, hagámonos cargo primero desde adentro, con cambios que realmente signifiquen algo... "

En pleno 2022, seguimos viendo “errores” de campañas que aprovechan el 8M para sumar visibilidad y likes sin comprender lo que se conmemora –y no, no se celebra– este 8 de marzo.

Marcas que se suman a este día como si fuese uno más del calendario del retail, buscando un hito comunicacional o un premio a la creatividad o efectividad publicitaria, sin comprender que la oportunidad para propiciar un cambio real vive en sus propias estrategias y razón de existir, a nivel tanto interno como externo, y mucho más allá de una acción de marketing.

¿Cuán inclusivas son esas marcas, realmente? ¿Cuánta igualdad de género promueven en su interior? ¿Cuánto han avanzado a nivel de brecha salarial, de oportunidades de desarrollo, techo de cristal y otros tabúes? ¿Cuánto se hacen cargo de derribar estereotipos en su comunicación y en su propuesta de valor? De eso se trata, realmente, el 8M.

No existe visión del desarrollo sostenible si no nos hacemos cargo de las brechas de género. Enfrentar la desigualdad social, laboral y económica que viven las mujeres es la única forma de movernos como sociedad hacia un futuro más próspero para todos.

Tomemos estos errores, o deudas, como aprendizaje. Comprendamos que, si no tenemos nada que aportar en la disminución de las brechas de género que tanto daño generan, tampoco tenemos nada que decir este 8M.

Y si queremos, si estamos dispuestos a ser parte de esta transformación, hagámonos cargo primero desde adentro, con cambios que realmente signifiquen algo, y solo después, sumémonos al resto y comuniquemos.

Antes de eso, mejor guardar silencio y evitar el bochorno.

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