Carlos Núñez: Maratón de cambios en publicidad

Aunque la creatividad y la anticipación han sido desde siempre el foco de la profesión de publicista, hoy esta carrera enfrenta una tormenta perfecta. Sí, todo cambió y seguirá cambiando: escenario de medios, perfil y carácter de las audiencias, tecnologías, modos de producción, modelos de negocio y el mismísimo “adn persuasivo” de nuestro trabajo.

En paralelo a todos estos cambios de paradigma, la arrolladora fuerza del movimiento social sumada a la pandemia, aceleraron globalmente el advenimiento de la cuarta revolución industrial. Hoy, transversalmente, se prevé que el 60% de los trabajos actuales podrían ser remplazados por la inteligencia artificial.

A su vez se proyecta que el 70% de los empleos del futuro mediato aún no se han inventado. Es cosa de ver cualquier proyección de nuevos cargos en marketing digital y e-commerce, diseño de servicios y experiencia de usuario para cerciorarse que se avecinan (y son necesarias) importantes y profundas innovaciones curriculares en la enseñanza de todas las profesiones vinculadas a la industria creativa.

Con este panorama por delante es razonable proyectar que, en pocas décadas más, las empresas no contratarán los actuales servicios de publicidad tal como se negocian hoy. Ya es mal visto “marketear” una marca.

Y es bastante probable que, más adelante, las necesidades y deseos serán atendidos sin que se utilice persuasión de por medio, un fenómeno que se empezó a visualizar con un marketing de compromiso más en línea con la sensibilidad social de las nuevas generaciones.

"... considerando que hay consenso en cuanto a que cada organización, cada proceso, servicio, producto y la forma de trabajar de cada profesional serán objeto de profundos cambios en los próximos años, surge la invitación a responder colaborativamente: ¿qué conocimientos, habilidades y actitudes deben aprender nuestros estudiantes?"

El pronóstico de fondo es que la publicidad, como la conocemos, dejará de ser uno de los brazos del capitalismo salvaje, para convertirse en una fuerza de cohesión social con foco en actores e iniciativas “good profit”, que impulsen un futuro sustentable.

Sumémosle a esta gran reinvención, que está en pleno desarrollo, el cambio de mentalidad y las nuevas competencias que se necesitan para satisfacer las demandas laborales que plantean el trabajo remoto, en base a nuevas metodologías colaborativas, y tendremos una idea del gran desafío que estamos protagonizando.

Ese “algo nuevo que hay en hacer en publicidad” y el “cómo hacerlo en estos tiempos” es cada vez más diverso y cambiante, y además se está inventando, testeando y gestionando de manera remota, de acuerdo a la demanda y/o en tiempo real.

Basta googlear las últimas gráficas del Hype cycle for digital marketing 2020, o cualquier informe de Gartner y entenderás particularmente por qué escasean transversalmente los perfiles para las transformaciones digitales en curso y, en general, por qué todos los centros de educación superior están enfocándose en las habilidades superiores (o transformacionales) que deben exhibir los nuevos profesionales, para surfear las distintas olas de un tsunami de cambios a toda escala que no parece amainar.

En esta línea de análisis, y considerando en que hay consenso en cuanto a que cada organización, cada proceso, servicio, producto y la forma de trabajar de cada profesional serán objeto de profundos cambios en los próximos años, surge la invitación a responder colaborativamente: ¿qué conocimientos, habilidades y actitudes deben aprender nuestros estudiantes?