Daniela Cori: Emprendedores versus marcas tradicionales
Head of business de Dentsu X Chile se refiere a la manera en que las pymes y startups han logrado competir en tiempos complejos como el actual.
Frente a cada situación de emergencia, la reacción humana que vemos en los medios durante las primeros días o semanas es la misma: cada uno velando por sus propios intereses. Los saqueos a supermercados en 27F, o el acaparamiento de papel higiénico y productos de sanitización a comienzos de la pandemia, se han convertido en postales de los últimos diez años de la historia de Chile.
Pero pareciera que estas actitudes han servido de espejo, reflejando este individualismo y generando, en respuesta, lo contrario: una sociedad que actúa en solidaridad y comunidad.
Como efecto post pandemia, evidenciamos a chilenos que, tras un período de pánico comprando víveres básicos al por mayor, hoy se han vuelto más conscientes al momento de consumir. Un 85% declara que la pandemia lo ha llevado a limitar el desperdicio de comida y 70% a hacer compras más respetuosas con el medio ambiente, sostenibles o éticas.
Previo a estos dos años pandémicos, podíamos observar ya una preferencia por lo local y este consumidor consciente, post llegada del Covid, ha continuado en esta postura; un 41% declara que ha aumentado su preferencia por pequeñas marcas locales (para 3% ha bajado), mientras el 28% dice que ha decrecido su preferencia por grandes marcas globales (el 12%, que ha aumentado).
La inestabilidad que trajo la pandemia ha llevado a muchos chilenos y latinoamericanos a considerar el emprendimiento como una opción para la generación de ingresos y preferirlos a la hora de hacer nuestras compras; es nuestra manera de solidarizar con ellos, de ayudar al de al lado.
Pero, para generar un semillero de emprendimiento, se requiere más que una demanda propiciada por el contexto global y en yuxtaposición vemos diferentes ámbitos de la tecnología al servicio de esto.
Por un lado, las redes sociales han servido de vitrina para el emprendimiento: 85% de las pequeñas y medianas empresas en México usan social media para vender sus productos. Y esto mismo ha implicado que el 75% del ad revenue de Facebook, de acuerdo al Deutsche Bank, provenga de este tipo de empresas.
Somos una región con alta penetración de plataformas sociales, pero además lideramos en tiempo de permanencia en estas. Si las marcas, grandes o pequeñas, no nos encuentran ahí… ¡¿dónde?!
Las redes sociales se están convirtiendo en el lugar al cual los usuarios van en busca de nuevos productos, sin algo específico en mente; el window shopping se ha convertido en screen shopping gracias a ellas, realizando el usuario todo su consumer journey de manera online, desde el descubrimiento, hasta la compra.
"La inestabilidad que trajo la pandemia ha llevado a muchos chilenos y latinoamericanos a considerar el emprendimiento como una opción para la generación de ingresos y preferirlos a la hora de hacer nuestras compras..."
Pero no solo de social media viven pymes: entre sus mecenas tecnológicos podemos encontrar también a los ecommerce CMS, que facilitan la creación de una plataforma de venta online o las fintech que democratizan la disponibilidad de productos bancarios para los consumidores y de facilidades de cobro para las marcas.
La respuesta de los grandes retailers, ¿cuál es? Si no puedes contra ellos, úneteles. Y es en la adquisición de estos partners tecnológicos donde pareciera que concentraron su gameplan. Falabella compró el marketplace Linio, cuyo 84% de productos son ofrecidos por pymes. La respuesta de Ripley, en tanto, ha sido lanzar y robustecer su propio marketplace.
Y aunque la estrategia de Cencosud pareciera no seguir esta misma táctica al dedillo, su alianza con Cornershop no se aleja, pues ofreciendo una solución tecnológica y logística para todo tipo de empresas, también ha logrado mantenerse vigente en el mundo del emprendimiento.
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