El vitrineo es en la palma de la mano

Los eventos masivos de compras online del 2018 (CiberMonday en octubre y Black Friday en noviembre) posiblemente fueron la guinda de la torta para un año que experimentó un vuelco masivo del consumidor hacia el e-commerce y la cultura digital que se está adoptando en Chile. Este país ocupa el cuarto lugar en América en ventas online, superado por Brasil, México y Argentina, de acuerdo a datos 2017 de la Cámara de Comercio de Santiago.

Otros hitos que dan cuenta de una mayor digitalización en los consumidores son la histórica venta de Cornershop a Wallmart, la llegada de Google Pay y su facilidad para realizar pagos desde el teléfono, y el centro de distribución inaugurado por Falabella con foco en las ventas a través de plataformas digitales.

Este proceso de transformación ha sido también un buen escenario para implementar ciertas acciones de marketing orientadas a prácticas sustentables, como la decisión de no imprimir catálogos de productos y promover su revisión online.

La iniciativa de digitalizarlo en vez de eliminar su circulación demuestra la necesidad de mantener los catálogos como herramientas de planificación de compras en tiendas y del equilibrio que debe buscar el retail entre las ventas online y offline.

Tiendeo.cl, portal de catálogos online y experto en drive-to-store, cuenta actualmente con 2 millones de visitas al mes y 400.000 descargas de su aplicación. Ello da cuenta del valor que los consumidores otorgan a los catálogos de marca al momento de vitrinear online y planificar sus compras, especialmente durante las estacionalidades.

El mundo online va más allá de la compra en tiendas virtuales; también se vincula con ofrecer información de manera fácil y cómoda a cientos de consumidores que buscan en Internet la disponibilidad de sus productos y la mejor oferta, para luego dirigirse a una tienda específica a comprar lo que necesita (drive-to-store).

Este paso de la compra tradicional hacia el vitrineo digital ha tenido un impacto importante, y está enfrentando a las empresas a asumir nuevos desafíos. Entre estos, mejorar la experiencia del cliente en el punto de venta y contar con el stock necesario de sus productos en oferta.

Mantener ambos canales con una buena atención es fundamental para lograr el equilibrio deseado, pero más lo es aún dar al consumidor toda la información que necesita, a través de herramientas como los catálogos digitales.

De esta manera, lo relevante no será si la compra es online u offline, sino que se haga en una tienda específica producto de un buen trabajo de marketing, que permita vitrinear en nuestros smartphones desde la palma de la mano.