Juan Amézquita: Creator economy explotó con la pandemia
CEO de eSponsor se refiere al auge de esta nueva industria de creadores de contenido basado principalmente en esports.
¿Quién es Ibai Llanos? era la pregunta que con rabia, asombro y confusión se hacía Gustavo López, periodista de ESPN Argentina, cuando se enteró que al único que Leo Messi le concedió una entrevista al ingresar al Paris Saint-Germain (PSG) fue al streamer español.
Llanos, luego de cuatro años como relator de League of Legend (el fútbol de los esports), a finales de 2019 abandonó su trabajo y se dedicó a crear contenido y transmitirlo en distintas plataformas, como YouTube, Instagram, TikTok y Twitch.
Sabia decisión que le permitió ganar un promedio de US$150 mil dólares mensuales y tener dentro de su audiencia a figuras como la “Pulga” o Gerard Piqué.
Al igual que el streamer de esports, el 2020 muchos se sumaron a esta tendencia. El año en el que el coronavirus atacó, la transformación digital se aceleró y los creadores de contenido digital también hicieron lo propio.
Influencers, bloggers, podcasters, streamers, ilustradores, deportistas son algunos de los más de 50 millones de creadores que pertenecen a la industria creator economy, la cual creció más del 90% el año pasado y que tiene un tamaño estimado de mercado de US$104 billones de dólares.
"Para las grandes compañías asociarse con creadores puede ser la jugada maestra para llegar a la nueva generación de consumidores (centennials) y con el mínimo esfuerzo."
Contenido de nicho que ha cautivado a gigantes del deporte, pero sobre todo a la generación Z o centennials: según datos de Venturebeat, en Latinoamérica los menores de 25 años pasan más tiempo consumiendo contenido en Twitch y YouTube que viendo programas de televisión.
Y aunque en Chile y el resto de Latinoamérica la “economía de creadores” aún es incipiente, algunas figuras comenzaron a monetizar su contenido. Tal es el caso de Pablo Salinas, Gran Maestro de ajedrez que se hizo conocido por su jugada el “jaque mate del siglo” y que comenzó a sacar rédito de sus secretos como ajedrecista.
Un mercado que nació hace cerca de una década, se fortaleció con la pandemia y que, a diferencia de los medios tradicionales, su objetivo no apunta a audiencias masivas: mil suscriptores es el número de oro que le permitiría a un creador vivir de su talento.
La industria creator economy puede resultar difusa para los medios y periodistas de la vieja escuela, para babyboomers e incluso millennials. Sin embargo, quienes no pueden pasar por alto esta nueva tendencia son las marcas.
Para las grandes compañías asociarse con creadores puede ser la jugada maestra para llegar a la nueva generación de consumidores (centennials) y con el mínimo esfuerzo. El contenido es labor del creador, las marcas solo deben hacer la selección correcta y sumarse a la audiencia de sus elegidos.
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