Miguel Corso: Nuevas metas, nuevos desafíos
Gerente general Völmark y director de la Asociación Chilena de Electromovilidad Liviana, ACHIEL, comenta las implicancias de la nueva estrategia nacional acerca de esta materia.
A fines de febrero, una buena noticia sorprendió a todos quienes estamos trabajando por generar un cambio de mentalidad, instalando una nueva forma de transportarnos por la ciudad, más eficiente, sustentable y, por cierto, saludable.
Se trata de la aprobación de la Estrategia Nacional de Electromovilidad, por parte del Ministerio de Energía, que establece medidas a largo plazo para que el total de las ventas de vehículos livianos, medianos, transporte público y maquinaria pesada sean “cero emisiones”.
Si bien esto puede parecer, a ojos de muchos, algo sin tanto impacto, la verdad es que sí lo tiene. Según datos oficiales, el sector del transporte es la fuente de un cuarto de las emisiones de contaminantes en Chile debido al uso de combustibles fósiles.
Camiones y buses abarcan el 65% de las emisiones del transporte terrestre y el 35% restante se lo llevan los automóviles. Y no solo eso; alrededor del 36% del consumo energético está relacionado con el transporte y prácticamente el 100% utiliza derivados del petróleo.
Por eso, justamente, es tan destacable la meta de lograr que, para el año 2040, toda la venta de maquinaria móvil menor de construcción agrícola y forestal sea de cero emisiones. Lo mismo se proyecta respecto de vehículos de transporte de carga y buses interurbanos, con miras a 2045.
Las políticas públicas apuntan en la línea correcta, por tanto el desafío es darles continuidad, dotarlas de recursos, una institucionalidad sólida; pero, especialmente, involucrar a la ciudadanía en esta tarea.
Si no se generan mecanismos que democraticen el acceso a este tipo de vehículos y, a la vez, concretamos iniciativas de educación que promuevan su uso y beneficios, difícilmente conseguiremos que las personas vean la electromovilidad como algo que puede llegar a sus vidas.
"Durante 2021, constatamos un alza considerable en el uso de bicicletas eléctricas, con ventas de más de tres mil unidades, y creemos que en 2022 esa cifra crecerá en alrededor de un 30%."
Esa fue nuestra motivación al agruparnos en la primera Asociación Chilena de Electromovilidad Liviana, ACHIEL, donde más de veinte actores del sector estamos trabajando en ámbitos diversos.
Estos van desde la educación vial y el fomento de la conciencia ambiental hasta el impulso de políticas públicas conectadas con los usuarios de la electromovilidad liviana y la instauración de nuevas fuentes de financiamiento que acerquen este tipo de transportes a todos los estamentos, abarcando scooters, bicicletas, motos y triciclos, entre otros.
Los números juegan a nuestro favor. Durante 2021, constatamos un alza considerable en el uso de bicicletas eléctricas, con ventas de más de tres mil unidades, y creemos que en 2022 esa cifra crecerá en alrededor de un 30%.
Nuestra conclusión es que los ciudadanos se están empoderando como agentes de cambio y buscan contribuir con el cuidado del planeta, a la vez consiguen traslados más eficientes. En el mundo, el 60% de los viajes en auto son menores a 8 km y esas distancias, sin duda, se cubren de manera óptima con vehículos cero emisiones.
Es de esperar, entonces, que hitos como la recientemente aprobada estrategia sigan generándose, a través de un trabajo público – privado debidamente articulado y siempre teniendo como foco principal las necesidades de los consumidores, quienes, finalmente, harán de estos números una realidad.
Solo así avanzaremos juntos y podremos alcanzar los auspiciosos resultados esperados de reducir a la mitad las emisiones para el año 2050, disminuyéndolas más de un 60% respecto del año 2018.
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